Es cierto, está en boca de muchos, el ayuno intermitente como nueva tendencia para controlar el peso corporal… en definitiva: para adelgazar. Una búsqueda rápida por internet sobre el ayuno y todo lo que aparece son páginas que prometen perder peso. Encontrarás el ayuno 12/12 el 16/8… Queda chulo, ¿verdad? El caso es que haya números que sumen 24, que son las horas del día… Así, hasta yo puedo crear un tipo nuevo de ayuno, por ejemplo el 2/22, dos horas de ayuno y 22 horas engullendo… igual no es lo más adecuado 😉
Es una pena que solo nos llegue una parte ínfima de la información, cogen un poco de aquí y un poco de allí para preparar noticias que nos venden la moto estupendamente. Si les echáis un vistazo, muchas de estas noticias sobre el ayuno y con el objetivo de ganar credibilidad empiezan diciendo que hasta en las más antiguas culturas se practicaba el ayuno, que los neandertales hacían ayuno cuando no podían cazar y tenían que esperar hasta que pasaba el siguiente mamut… En fin, que nos hablan un poco de egipciones y de prehistoria y el tema coge empaque sin darnos cuenta. A continuación nos dicen lo que queremos oir, que vamos a adelgazar sin darnos cuenta, y ya nos hemos tragado el anzuelo.
Es cierto, el ayuno no es algo nuevo. En diversas culturas se ha practicado como forma de purificación, de limpieza de cuerpo y también de espíritu, junto con oraciones, meditaciones o retiros espirituales.
Pero…¿Por que ayunar?
¿Cuál es la motivación? ¿Quiero ayunar para adelgazar solamente? ¿O lo que estoy buscando es desinflamar mis tejidos? ¿Quiero hacer un parón en mi vida a varios niveles, físico, mental…? ¿Quiero limpiar mi organismo después de una fase de entrenamiento que ha generado muchos catabolitos para volver a entrenar lo antes posible reduciendo el estres en los tejidos?
Todas estas son motivaciones que nos pueden llevar a plantearnos el ayuno como una opción, y posiblemente nos puedan ayudar, posiblemente sea una muy buena opción… pero, por favor, siempre de la mano de alguien que nos guíe, que sepa controlar nuestra evolución, que evite, por ejemplo, que nos deshidratemos en el intento, o que nos de una pájara en mitad del día con trabajo por hacer y nos tengamos que quedar en el sofá abrazados al tarro de Nocilla porque se nos ha desvanecido el azúcar de golpe.
Cada situación requerirá una forma de ayunar concreta y diferente de otra. No todas las situaciones ni todas las personas requieren del mismo abordaje.
Os dejo tres enlaces para que veáis el alcance de los beneficios del ayuno, sorprendentes más allá de las modas. En el tercer enlace leeréis sobre los tipos de ayuno y sobretodo de los mecanismos por los cuales el ayunar por las noches puede suponer un gran beneficio para nuestra salud. Espero que os despierta la curiosidad
http://www.medicinanaturista.org/content/view/207/57/
https://lameteoqueviene.blogspot.com/2019/08/cancer-los-beneficios-de-ayunar-para.html