El ligamento cruzado posterior (LCP) junto con el cruzado anterior dan estabilidad a la rodilla cuando ésta se flexiona y se extiende. En concreto, el LCP impide que la tibia se desplace hacia atrás y mantiene la rodilla estable cuando la flexionamos.

 

¿Cuál es la lesión más habitual?

El mecanismo de lesión del ligamento cruzado más habitual es la hiperextensión. Es decir, cuando la rodilla se ve forzada a estirarse más de la cuenta. Pero también nos lo podemos fastidiar cayendo con peso sobre una pierna muy doblada.

Ambos mecanismos están presentes en las caídas practicando el esquí. La más común es aquella en la que el esquí se queda clavado y la rodilla sigue hacia adelante o cuando se patina un esquí y echamos todo el peso en una pierna que cede y caemos sobre ella.

Ligamentos de la rodilla

¿Cómo comprobamos su estado en la clínica de fisioterapia?

Existe una prueba que los fisioterapeutas realizamos y que se llama cajón posterior. Así ponemos a tensión el ligamento y comprobamos su estado. Es un test de alta fiabilidad que no indica si está pasando algo en el LCP.

Si practicando deporte y tras una mala caída notas que la rodilla está hinchada, te duele mucho y existe sensación de inestabilidad, ¡acude a un profesional!

Ulises Gil Molina
Fisioterapeuta e instructor de Pilates